Próxima parada, Cádiz.

Es tarde y mañana tengo que madrugar para irme de viaje (tono de voz extremadamente extasiado) así que me limitaré a subir algunas fotos.

Y por último, no podias faltar tú.

Verano.

Adoro esta estación del año.
La luz entrando por la ventana a tardías horas de la mañana, los desayunos viendo dibujos como cuando tenias nueve años. La falta de prisa, la parsimonia de todo. Las tardes en la piscina, sin nada más que tus amigos y una baraja de cartas. Los cuerpos tostados al sol, el olor a crema solar y a cloro. Las películas con palomitas en alguna casa. Las noches sin prisas, sin horas, sin un mañana, la noches que son simplemente eso, noches.
Y sobre todo, las horas contigo.

Galicia!

Para variar, escribo de año en año, pero siendo sinceros, el veranito causa una vaguería extrema a cualquier acto, por mínimo que sea.

En efecto, como dice el titulo, he estado con Galicia. Con el gran cara de culo que sale en la entrada anterior, y que muchas gracias por los comentarios, la verdad es que si tengo mucha suerte.

Y ya dejando la intro, empiezo la entrada.
Me ha vuelto esa presión, esa maldita presión que se fue sin decir nada, sin aclarar que quería y ahora vuelve, de la misma forma, sin decirme por qué. Pero esta vez me jode más, hace que de vueltas a todo y no quiero, estoy cansada, quiero disfrutar sin más.
Daría lo que fuese por vaciar todo lo que tengo en mi mente en un cajón y cerrar ese cajón con llave hasta que se acabe el verano. Dejarme llevar y hacer lo que me apetezca. Es imposible, lo sé, pero bueno, soñar por el momento es gratis.

Te quiero, no preguntes por qué, no tiene ni pies ni cabeza, no está dentro de ningún contexto ni viene a cuento para nada, pero sabes qué? me apetece que lo sepas. Porque te quiero, y después de una semana entera juntos ahora se me hace un abismo el tener que levantarme sola, sin nadie que me despierte por las mañanas, o me apriete los pies mientras vemos como niños pequeños los dibujitos. Odio saber que te veré un par de horas, pero que cuando llegue el momento tu te iras a tu casa y yo a la mía, que cada uno dormirá en sus respectivas camas. Simplemente lo odio. Y también lo siento, siento los últimos días y siento si te preocupas, pero es tal la diferencia de una semana a otra que me supera. Te quiero, no hay más, para mi si tienes eso claro, me vale.

13 de Junio.

Un año, ha pasado exactamente un año. Para ser más precisos, tendría que escribir esta entrada a las 7:23.

Nuestra primera foto estando juntos.

365 días, un año entero. Hemos pasado por un verano, un otoño, un invierno y una primavera.
Quién nos lo iba a decir? Hace un año, cuando hacíamos un cartel en el ordenador en mi casa, mientras veíamos "Friends" y que realmente no lo estábamos viendo, estábamos tumbados, uno en frente del otro con las bocas prácticamente pegadas.  Y entonces pasó. Yo me levanté y empece a ponerme nerviosa y a ver como todo se iba a ir a la mierda. Pero en cambio no, todo fue genial. Tenía miedo de perder la amistad, pero ¿sabes qué? seguimos siendo mejores amigos, no se ha jodido nada, y eso me encanta.
Te quiero, y te quiero de dos formas, pero juntas hacen un sentimiento perfecto, casi tan perfecto como tú.
Sinceramente, esta entrada no es nada del otro mundo, de hecho, apenas me estoy esforzando en escribirla, y sabes por qué? Porque un año no es nada, un año dentro de cuarenta será una hormiga desde un avión.

El primer mes.

Me encantas, con todos tus defectos que para mi son cualidades menos reconocidas (: Este año ha sido el mejor con diferencia de muchos, y no quitaría nada, ni los buenos ni los malos momentos, porque gracias a ellos estamos donde estamos ahora.

La verdad, no me quiero extender. En mi regalo se ven muy bien todos nuestros momentos, y no me gusta enumerarlos por aqui, prefiero recordarlos sin más. Si los compartiera con la gente, ya no serían solo nuestros. Y seré egoísta, pero me gusta nuestra burbuja, ese pequeño circulo que somos solo tu y yo, sin nadie más.

No es una gran entrada, ni muchos menos, tampoco pretendía hacerla. Prefiero esperarme a esta tarde, y sorprenderte ahí. Esto es solo un pequeño tentempié para que te vaya entrando el hambre.

¿Ves? Siempre que escrito sobre ti me salen entradas, morfológicamente, horribles. Y eso es porque me trabo, y quiero decir tanto que no sé bien como abreviarlo.
Tómate como un halago este caos de entrada. Si es tan desastre quiere decir que claramente la he hecho acordándome de ti.

Te quiero lollipop, lunaroso, medio yogur de limón, mononucleósico, cara culo, cosa guapa, y una sucesiva enumeración de motes.

Y por último, hoy si, hoy te mereces que te diga que estoy enamorada de ti.

Se acabó.

Fin de exámenes, fin de madrugones, fin de todo.


¿Alguna vez habéis tenido la sensación de estar haciendo algo mal? ¿O quizá de que va a pasar algo?
Si, eso que aquí denominamos "Mal presentimiento"
Esa presión en el pecho que te impide dormir, comer o cualquier actividad que requiera un mínimo de tranquilidad. Llegas a emparanollarte, miras continuamente a tu alrededor, analizas de arriba abajo tu situación con la gente. Pero no. No se va, la presión no se va.
No sé si es cosa mía, o le pasa a más gente, pero llega a ser jodidamente desquiziante.
Rezas y suplicas por que pase algo, algo ajeno, lo más ajeno posible dentro de tu círculo.
Te aferras a que no sea nada cercano, nada de ti, de él, de ella o e nosotros.
Pero sabéis qué? eso no es lo peor. Peor es cuando un día esa sensación desaparece. Sin más, sin tu saber aun el por qué. Y aparentemente no ha sucedido nada, todo esta bien. Pero sabes que no, sabes que algo hay, que esa sensación de angustia no era por nada y es entonces cuando buscas y buscas ese motivo.
Finalmente te rindes. Dejas que todo siga y piensas "si tiene que pasar algo que pase". Es agobiante saber que se cumplirá ese pensamiento, saber que algo va a pasar pero no saber donde, como ni por qué.

He hecho varias fotos desde la última vez que escribí, las iré subiendo por entradas ahora que tengo tiempo.

Bye bye.

I'm sorry.

EXÁMENES. MUCHOS EXÁMENES.

Ya volveré (:

Ya es hora.

Lo sé, llevo más de diez días sin escribir ninguna entrada. Puede que sea por la falta de tiempo. Mentira, he tenido más tiempo que nunca. También puede ser por mi falta de imaginación, de ganas o quizá, y yo creo que la acertada es esta última, porque desde que se me rompió la cámara estoy en una sumida depresión. Bah, sin exagerar, pero si, necesito arreglarla.Y lo necesito YA.

Nombrare un par de cosas, y terminaré rápido con esta entrada.
La primera nuestros once meses, ONCE. Que se dice pronto. Dentro de nada un año, un año completo, 365 días. Pero ahora no es el momento de esa entrada, aun te queda esperar unos cuantos días.

Lo segundo, recordar lo poco que falta para que se acabe, para el sol, la playa, las fiestas, las borracheras, las resacas por consecuencia. TODO. Desayunos enormes a las doce de la mañana, comidas familiares al estilo barbacoa. Paciencia, no queda nada.
Eso sí, para llegar hasta ello todavía me quedan tres semanas de puro agotamiento y estrés. Voy a morir.
En fin, estoy, para variar, sin tema sobre el que escribir.
Subiré alguna que otra foto y C'est fini.