Ya es hora.

Lo sé, llevo más de diez días sin escribir ninguna entrada. Puede que sea por la falta de tiempo. Mentira, he tenido más tiempo que nunca. También puede ser por mi falta de imaginación, de ganas o quizá, y yo creo que la acertada es esta última, porque desde que se me rompió la cámara estoy en una sumida depresión. Bah, sin exagerar, pero si, necesito arreglarla.Y lo necesito YA.

Nombrare un par de cosas, y terminaré rápido con esta entrada.
La primera nuestros once meses, ONCE. Que se dice pronto. Dentro de nada un año, un año completo, 365 días. Pero ahora no es el momento de esa entrada, aun te queda esperar unos cuantos días.

Lo segundo, recordar lo poco que falta para que se acabe, para el sol, la playa, las fiestas, las borracheras, las resacas por consecuencia. TODO. Desayunos enormes a las doce de la mañana, comidas familiares al estilo barbacoa. Paciencia, no queda nada.
Eso sí, para llegar hasta ello todavía me quedan tres semanas de puro agotamiento y estrés. Voy a morir.
En fin, estoy, para variar, sin tema sobre el que escribir.
Subiré alguna que otra foto y C'est fini.