La luz entrando por la ventana a tardías horas de la mañana, los desayunos viendo dibujos como cuando tenias nueve años. La falta de prisa, la parsimonia de todo. Las tardes en la piscina, sin nada más que tus amigos y una baraja de cartas. Los cuerpos tostados al sol, el olor a crema solar y a cloro. Las películas con palomitas en alguna casa. Las noches sin prisas, sin horas, sin un mañana, la noches que son simplemente eso, noches.
Y sobre todo, las horas contigo.
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