Y con este curioso titulo, tras una semana y algo, comienzo otra de mis maravillosas y extrañas entradas.
De qué hablamos hoy? del yogur de fresa que me estoy comiendo? o quizá venga más a cuento hablar de como cambias de opinión según en que parte de la situación estés. Ese parece un buen tema.
La verdad, me suena a hipocresía, y sinceramente, hipócrita me siento. Pero a decir verdad, no voy a dejar de hacer lo que quiero porque en otro momento tuve otra opinión. Nunca había estado en situación, o por lo menos no de esa forma, así que tampoco podía haberla juzgado nunca.
Me siento tonta, para que mentirnos, me siento jodidamente tonta, y de vez en cuando lo pienso y me pregunto si realmente hago lo correcto. Pero luego te miro o simplemente me miro la muñeca y veo la pulsera y me digo a mi misma, chica, eres realmente gilipollas, pero estas jodidamente pillada.
Aunque obviamente, como persona con cerebro, más, o menos escaso, que soy no solo es esto lo que me tira a actuar de la manera en la que lo hago, también es la forma en la que me mirabas cuando pasó. No has hecho nada fuera de lo normal, no has escrito con humo en el cielo, ni te has grabado por televisión en tu faceta más ridícula. Realmente no has hecho nada. Pero siento que hago lo correcto, que voy por el buen camino. Y si me tengo que dar una ostia, me la daré. Pero no me habré quedado con la angustia de hacer lo que sentía.
Te quiero, y más te vale, por tu bien y el de tu miembro viril, que esto sea correspondido.
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