jueves, 28 de abril de 2011

Bah, soy feliz, sin más.

Y como feliz que soy, sinceramente os digo que no tengo ganas de escribir, haha (: Me limitaré a subir fotos.




lunes, 25 de abril de 2011

Último día.

Se acabó, dormir hasta las tantas, desayunar viendo los dibujitos, pasarte las mañanas tirada en la cama, sin hacer nada, simplemente disfrutando de la libertad de no tener absolutamente ninguna obligación. Eso se acaba. Otros años, a mitad de las vacaciones, empiezo a echar de menos las clases, la gente que hay en ellas, y esa serie de cosas. Pero este año es la excepción, no tengo ni la más remota pizca de ganas de ir mañana a clase. Me pasaría un mesecito así, disfrutando de mi vaguería. De mis desayunos bien preparados por exceso de tiempo. De mi música a todo volumen a las 12 de la mañana, de esas largas duchas malgastando el agua al saber que no tienes ni una hora ni sitio al que llegar puntual. No me importaría nada no tener que volver. Quizá sea porque empiezo a aborrecer las clases, o quizá, y creo más en esta segunda, porque hay pocas cosas que me aten a volver a la rutina. Pero no voy a seguir lamentándome y lloriqueando cual niña pequeña por esto. No me queda otra, me resignare a ponerle buena cara al mal tiempo y me atare al hecho de que solo queden dos meses para que mi libertad dure algo más que diez días.

Bye bye!



viernes, 22 de abril de 2011

Volví.

De nuevo en Madrid.
No me apetece escribir una entrada larga, así que me limitaré a subir unas fotos de los enanos y quizá alguna canción.

Os voy a echar de menos, mucho.






A ti, GORDITO GRANDE.




Y a ti, PEQUEÑO.





Guapos, guapos, guapos, guapos, GUAPOS. (:

miércoles, 13 de abril de 2011

TRECE.

Y hoy ya son diez. El número de la perfección, pero no de la nuestra, no. Tú no necesitas un número, eres perfecto por ti solo. Y lo siento pero no, hoy no voy a escribir una entrada larga y jodidamente empalagosa, hoy mi entrada se acaba aquí. Bueno, añadamos un te quiero cara culo. Mejor, un te quiero mucho mucho. No, mejor aun, te quiero mucho mucho cara culo. Perfecto.

Bye bye!



domingo, 10 de abril de 2011

Primavera.

Adorable y estúpido cambio climático. Veintitrés grados, repito VEINTITRÉS. Acojonante.
Pero no, aunque da para largo, hoy no tengo ganas de hablar del tiempo. Es un tema demasiado banal, un tema como yo diría, típico de ascensores.

Y de qué hablamos entonces? quizá del odio que tengo a la física debido a las consecuencias que conlleva que tú tengas que estudiarla? No, no me llama.

Ya sé, hablaremos de tu estupidez. De tus rabietas de pre-adolescente, de tus  silencios que te delatan haciéndonos llevar razón. De tus caprichos, tus intereses, tu manera de usar a la gente exclusivamente para lo que quieres. De tus treinta y ocho años, si TREINTA Y OCHO.
Como puede ser que se haya dado la vuelta a la tortilla? Como puedes tú explicarme, que sea yo lo que tenga que decirte a ti lo que tienes que hacer?
Te estás aprovechando, lo sabes. Estás comportándote como una jodida niña pequeña.
Todos te hemos apoyado, siempre, te hemos dado facilidades. Pero sabes? Moisés se quedó siglos atrás, y yo, milagros no hago.
Me duele todo esto, pero me jode más que a ti no te duela. Que busques tus intereses sin pensar en las consecuencias que tienen para los demás.
Y encima con él, con ese, y sin perdón, hijo de la gran puta. Os utilizáis mutuamente, es jodidamente patético. Después de cuatro años, de tratarnos como mierda, tú sigues, tu vas detrás de él cual perro faldero. Pero no, tu no eres la víctima aquí, tu tienes la misma culpa que el, tu le manipulas de la misma forma. Me dais asco.

Me estoy alterando, te quiero, pero no te quiero por que yo quiera, si no porque la genética y la sangre me obligan a ello.
Reacciona joder, vamos acabar con todo esto.





miércoles, 6 de abril de 2011

Uno, dos y tres, al escondite inglés.

Alguna vez habéis tenido una sensación absoluta de desconcierto? No ha pasado nada en particular, de echo todo esta bien, pero me siento un poco perdida, como si no supiera lo que quiero en esta vida.
Me da la sensación de que vivo por vivir, hacía delante pero sin ninguna meta. Lo único que me retiene de cierto modo, o me hace mirar a un futuro eres tú, únicamente. Pero y el resto de cosas? tengo la impresión de ser feliz nada más en ciertos puntos de mi vida. Me levanto cada día deseando que se me encienda una bombilla encima de la cabeza y que diga, ya está, ya sé lo que quiero y hacia donde tengo que ir para conseguirlo. Pero nada, no me gusta mi rutina, me aburre y no le veo salida. Los únicos momentos con los que me quedaría y repetiría día tras día son los que paso contigo. Y esto me gusta, pero no quiero que sea lo único que me empuje a seguir. En fin, estoy más perdida que Marco el día de la madre, sin ánimo de ser cruel. No termino de saber explicarme. Hoy no es mi día para escribir.
Terminaré pidiéndote que sigas donde estás, que no me quites ese único motivo que ahora me mueve. En resumen, que sigas siendo tú.

Bye bye!






lunes, 4 de abril de 2011

Miedo.

"Para empezar diré que es el final, no es un final feliz, tan solo es un final. Pero parece ser que ya no hay vuelta atrás [...]"



Pues ese será el tema de hoy, el miedo. En concreto el miedo al destino de una persona, no sé si me explico. Miedo a como puede cambiar tu vida en un segundo por algo que a ti no te afecta directamente, es bastante curioso.
Los humanos por naturaleza tenemos miedo, miedo a las arañas, a los fantasmas, a los precipicios, al fuego. Pero yo esta vez me refiero a otro tipo de miedo, podemos llamarlo miedo sentimental. Pongamos de ejemplo nuestra niñez, cuando somos pequeños y nos gusta alguien. Nos sudan las manos, tartamudeamos y no somos capaz de entablar con esa persona ni media palabra. En ese momento tenemos miedo, lo que se conoce como miedo al rechazo. Pues bien, yo quiero hablar del miedo a perder a alguien, una vez que ya lo tienes estás en una lucha constante tanto contigo mismo como con el resto de personas y objetos por no perder a esa persona. Y no me refiero solo al amor conyugal, ni mucho menos. Todos tenemos miedo, por ejemplo, de perder a una madre. Estamos tan acostumbrados a ellos, tan amoldados a la vida con esa persona que solo el hecho de pensar que te falta, te quema por dentro.
Generalmente, este miedo con personas de tu misma sangre, es decir de tu familia directa, no eres capaz de experimentarlo. Pero en cambio con un amigo a una pareja se puede ver perfectamente.

Y a qué viene todo este royo? Pues bien, viene a ayer, y tú sabes a que me refiero. Viene al miedo que sentí al pensar por un instante que algo te había pasado. Note como se me daba el mundo la vuelta solo de imaginármelo. Yo ya había experimentado antes miedo contigo, miedo a perderte igualmente, pero no de la misma forma. Antes tenía miedo a perderte para mi, como lo que tu significas en mi vida. Ayer de lo que tuve miedo fue de perderte como persona, entera, con brazos y piernas incluidos.
Realmente ahora me río, me río de mi misma por tonta, por hacer una montaña de un grano de arena. Pero a servido para demostrarme que necesito que sigas ahí, de una forma u otra pero ahí. Así que ya sabes, haz un esfuerzo e intenta mantenerte entero unos sesenta años más, aproximadamente.

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